En el mundo vegetal existe mucha diversidad. El ser humano ha clasificado desde hace siglos las diferentes especies en géneros, familias, órdenes, etc. con el fin de poder estudiar y conocer mejor las diferentes especies.
Las hojas de las plantas nos sirven en muchos casos para poder identificar las diferentes familias o especies de plantas, aunque generalmente es necesario tener en cuenta otras partes de la planta: flores, frutos, semillas, etc.
En esta página se pretende ilustrar de forma general las principales características de las hojas. En la naturaleza hay una diversidad muy amplia de formas, tamaños, aspecto y naturaleza de las hojas; desde hojas transformadas en espinas (muchos cactus), a hojas de más de 2 metros (algunas palmeras).
Aquí te mostramos unos principios generales de botánica, en relación a los tipos de hojas, sus formas más habituales y también algunos ejemplos de especies conocidas en nuestro clima.
Morfología de la hoja:
Las hojas presentan limbo, peciolo y vaina, aunque en algunos casos pueda faltar alguna de estas partes.
El limbo suele ser de forma aplanada y en él se encuentra la parte principal del tejido fotosintético. El limbo se une al tallo mediante el peciolo, que a su vez se ensancha en la base para formar la vaina.
En el limbo tiene dos caras: haz (cara superior) y envés (cara inferior), y además se distinguen en el limbo el ápice, los bordes y las nerviaduras.
Las hojas pueden tener estípulas, que a veces son verdes y parecidas a las hojas, aunque lo normal es que su función sea proteger el ápice de la planta cuando éste es joven.
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- Magnolio. Partes de la hoja. En esta especie se distingue muy bien el envés (aterciopelado) del haz (brillante).
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- Algunas hojas tienen peculiaridades. Las palmeras forman su tronco (estípite) a partir de los restos de las vainas foliares.
Hoja simple vs Hoja compuesta:
Las hojas se pueden dividir en dos grandes grupos: hojas simples (con un solo limbo) y hojas compuestas (con un limbo dividido en diferentes partes llamadas foliolos). Los foliolos se unen a un eje común llamado raquis.
A veces no es sencillo diferenciar los tipos de hojas, ya que los foliolos parecen hojas simples en muchos casos, pero a grandes rasgos podemos decir que la hoja presenta una yema junto a la base del peciolo, es decir en la inserción de la vaina de la hoja con el tallo y los foliolos no la presentan nunca.
De esta forma, en una hoja compuesta encontraremos la yema en la inserción de la hoja con el tallo, nunca en la inserción de los foliolos al raquis. Además un aspecto que también ayuda, es que los foliolos suelen disponerse en la hoja compuesta sobre un mismo plano, lo que conviene tener en cuenta, puesto que las yemas a veces son poco apreciables.
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- Hojas simples. Encina.
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- Hoja compuesta. Nogal.
Formas de la hoja:
En cuanto a la forma de la hoja, dentro de la misma se establecen diferencias por la forma del limbo, por el borde, por el ápice, por la base del limbo y también por la forma del peciolo y de la vaina.
Puedes ver ejemplos de diferentes formas de la hoja en las especies descritas en esta web, y aclaraciones de los términos en el glosario.
Disposición y nerviación:
En cuanto a la disposición de las hojas en el tallo (filotaxis), es una característica generalmente constante en cada especie. Cuando las hojas salen por grupos de más de dos hojas alrededor de cada nudo del tallo, la disposición es verticilada.
Cuando solo hay dos hojas por nudo y están a 180º la disposición es opuesta. Si además cada pareja de hojas está girada 90º respecto al nudo anterior, se dice disposición opuesta y decusada (esta disposición aparece con frecuencia en la familia de las labiadas).
Si encontramos una hoja por cada nudo del tallo, se denominan hojas alternas, que suele ser lo más común.
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- Cotoneaster. Hojas en disposición alterna.
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- Adelfa. Hojas en verticilos de 3 (4).
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- Prunus laurocerasus. Hojas en disposición alterna.
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- Durillo. Hojas opuestas y decusadas.
Por otro lado, en cuanto ala nerviación, a grandes rasgos podemos nombrar tres formas:
Son hojas paralelinervias cuando los nervios se disponen de forma paralela a lo largo de la hoja. Esto es típico de la mayoría de las monocotiledóneas, por ejemplo muchas gramíneas (trigo, cebada, maíz, avena, etc.), o también las lilíaceas como el lilium (azucenas), el tulipán, etc.
Son hojas palmatinervias las que disponen los nervios saliendo del centro de la hoja, recordando a la palma de la mano y los correspondientes dedos, como por ejemplo la hoja del plátano de paseo.
Las hojas pinnatinervias son aquellas que presentan un nervio principal del que salen nervios secundarios como si se tratasen de las barbas de una pluma.
